jueves, 20 de septiembre de 2012

IV ****

La comunicación con los dioses  -si es posible desde sus mismos paraísos- no es un mero pasatiempo, pues las concentraciones y conductas, deben conseguir algo. Ese algo es alejar a Pochy, o Mba'e Pochy  empedernido semillero del mal :
 
" Desde siempre, en la confederación de pueblos de seis casas, la niña o el niño -los dirigentes, los que dialogan y reciben mensajes divinos son de ambos sexos sin distinción que supere o artificialice la naturaleza y sus duras leyes- tienen que demostrar su derecho de ciudadanía y domicilio en la confederación asumiendo -mediante solemne ceremonia- la necesidad ineludible de luchar y domar a Mba'e Pochy".
 
A ésta ceremonia la denominan : Éry : del Nombre :
 
El nombre de los ciudadanos de la confederación de pueblos de seis casas, sirve para luchar cómodamente contra Mba'e Pochy. Se trae a colación para este punto el mensaje divino que dice :
 
"Solamente cuando se llamen por los nombres que nosotros los dioses les damos, dejarán de encolerizarse y vencerán a Pochy"1 No hace falta decir que la principal obligación de los dirigentes espirituales -pueden ser hombre o mujer- para con los padres de la confederación de pueblos de seis casas, es "determinar de qué región del paraíso provienen las palabras almas que se encarnan" en los ciudadanos de la confederación.
 
Las madres llevan sus hijos al lugar donde están los dirigentes, los coronados, y dicen :
 
- Icatúpy ma òicó che memby, Éry A enduchévy ma A rú
  ( Mi hijo ya está entre la gente, lo traigo porque   quiero      escuchar su nombre )
 
El mitä renöiá (él que da nombre a las criaturas) responde :
 
- Éry Ña endu va'erä.
( Hemos de escuhar su nombre )
 
El coronado, entonces procura conexión con los dioses o sus agentes, para averiguar la procedencia de la palabra alma que se ha encarnado en el niño, y comunica a la madre el patronímico sagrado que le corresponde. El nombre así dado se llama :
 
Éry mo'äá : "aquello que mantiene erguido el fluir de su decir".
 
En la Confederación de pueblos de seis casas no existe evidencia de reencarnaciones regulares, un coronado dijo :
 
"el alma que ha cumplido la peregrinación terrena ya se negaría a volver, en vista de las tribulaciones que hubiera tenido que afrontar" pues las palabras almas eligen quienes serán sus padres, y que se encarne en un animal o que un animal se encarne en un ciudadano se puede dar pero solamente como excepcional desgracia.
 
Pero, para estos casos, los granizos grandes que Tupä envía son la criptonita para espíritus alojados eventualmente en ciudadanos ya nombrados.
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1- Tupä Kuchuvi Veve: Ayvu Rapyta, Asunción 1.992, pagina 71.


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