sábado, 29 de septiembre de 2012

VII ** Jacaira y la morada terrenal.

Ñamandu toma recibo de la respuesta de Carai, y con un lacónico y límpido : "Néi, a'éramo, Te re ó Jacaira Ru Etèpy" : "Bien, siendo así vé ante Jacaira", prosigue la dramatización del  movimiento.  Jacaira, por su lado, muestra no pocos perfiles de lo que podría denominarse una actitud moderna : no vive inmerso en instalaciones ancestrales, o ilusorias, o de mera inercia; y las crudezas o frialdades de lo que realmente pasa las acepta tal cual son, es más,  las sobrelleva  modernamente, es decir, con pasatiempos.

Escuchemos su respuesta sobre si quiere para su morada terrenal :

- Yo ya estoy dispuesto a crear para mí futura morada terrenal. Mi tierra contiene ya presagios de infortunios para nuestros hijos hasta la última generación, no obstante, esparciré allí mi neblina vivificante; las llamas sagradas, las he de esparcir sobre todos los seres verdaderos que circularán los caminos de la imperfección.

Puro entusiasmo anuncia también :

- "Chee, petÿ, tatachina cängá A rójèrá i va'erä, ñande ra'ýrype jècuperä. Chee, ca'aguý pa'ü A rójèpòverá mbegue catu va'erä a'e javicué i". "Yo crearé el tabaco y la pipa para que nuestros hijos puedan defenderse. Yo, de los valles todos entre las selvas los iluminaré mansamente con mis relámpagos sin trueno"

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